¿Te duelen las articulaciones cuando cambia el tiempo? Son muchas las veces que hemos escuchado: «me duele el hombro, mañana va a llover«, ¿verdad?
Los pacientes que padecen ciática, que se han sometido a una operación de rodilla, de hombro o de codo (por muy antigua que sea la lesión), tienen cicatrices o que padecen artritis o artrosis, se convierten en los «hombres/mujeres del tiempo». Parece que adquieren la habilidad de predecir los cambios bruscos de temperatura.
Dolor, cambio de tiempo y presión atmosférica.
La modificación del dolor con respecto a los cambios en el clima está muy relacionado con los fenómenos de oscilación en la presión atmosférica.
La cápsula articular es una zona presente en las articulaciones, la cual permite que las superficies articulares se mantengan en contacto. Es una membrana que delimita, sostiene y hace funcionales las articulaciones.
En el interior de la cápsula localizamos el líquido sinovial, con una alta densidad, de carácter viscoso, y con una función de protección de las articulaciones, ya que minimiza la fricción entre las superficies articulares de los elementos óseos. Este líquido genera una presión interna en la cápsula, lo que la mantiene en un estado de pretensión.
Cuando el tiempo es estable, existe un estado de equilibrio entre la presión atmosférica (extracapsular) y la que hay en el interior de la cápsula (intracapsular).
Concepto de presión atmosférica.
El aire tiene masa, y al tener masa, se ve atraído hacia el suelo por la fuerza de gravedad. O sea que aunque no lo notemos, el peso de las decenas de kilómetros de atmósfera que tenemos sobre nuestras cabezas, actúa sobre nosotros todo el día.
La presión atmosférica es por tanto el peso que ejerce el aire sobre la superficie de la tierra.
Lógicamente en las zonas montañosas la presión atmosférica es menor (hay menos atmósfera y por tanto menos peso) y en la costa será mayor.
Si hay mucha humedad la presión será mayor, porque las moléculas de vapor de agua pesan.
La lluvia y el viento en un determinado lugar, son consecuencia entre otras causas, de una presión atmosférica baja, al haber menos cantidad de aire por unidad de volumen permite la entrada de nubes y aire procedentes de otras zonas del planeta.
Es durante el otoño e invierno, cuando las personas que padecen alteraciones en las articulaciones sufren molestias y dolores, por eso la creencia popular de que el frío y la humedad son los causantes de sus síntomas. Pero en realidad se deben a la bajada de presiones.