Cuidado facial para prevenir las manchas solares en la piel.
¿Alguna vez te has sentado enfrente del ordenador y has intentado encontrar una explicación a las famosas manchas solares? ¡No estás sola! ¿El sol produce manchas? ¿Por qué? ¿Son graves? ¿Cómo se quitan? Todas estas preguntas son más comunes de lo que te piensas.
En verano es cuando nos mas acordamos que tenemos que cuidar y proteger nuestra piel y prevenirla del sol. Hay que cuidarse todo el año para evitar las temidas manchas, pero es en verano cuando tenemos más riesgo porque nos exponemos más al sol.
¿Por qué salen manchas en la piel después del verano?
El verano y las manchas solares son todo uno, hay que tener en cuenta que con los rayos del sol no solo se oscurecen las manchas que ya tenemos sino que además por la sobreexposición de esta época también nos salen manchas nuevas.
Estas manchas provocadas por el sol pueden tratarse pero lo más importante es prevenirlas. En nuestra rutina y en nuestro día a día no puede faltar nunca el protector solar. Es muy importante repetir la aplicación y ponerse crema solar cada tres horas ya que la protección ya disminuyendo.
¿Qué aspecto tienen las manchas solares?
Las manchas solares varían en color y tamaño, pudiendo ir desde pequeñas hasta grandes zonas de decoloración, abarcando todo un abanico de tonos desde el marrón claro hasta el negro. Y aunque generalmente aparecen en áreas de la piel expuestas al sol, como el rostro, el cuello, la parte posterior de las manos y los antebrazos, las manchas solares pueden desarrollarse en cualquier parte del cuerpo.
Tipos de manchas en la piel del sol.
Antes de aplicar ningún tratamiento para quitar las manchas en la piel por el sol, es fundamental saber de qué tipo de mancha se trata. Para ello, es necesario acudir a un profesional para que valore la mancha solar y adecúe el tratamiento más efectivo en cada caso.
Pecas o efélides
Son habituales en personas con un tipo de piel clara, y cabello rubio o pelirrojo, es decir, fototipos más claros. Las pecas o efélides aparecen normalmente en las zonas expuestas al sol, o bien se oscurecen o multiplican al exponerse al sol. En invierno puede incluso llegar a desaparecer.
Melasmas (cloasma en el embarazo)
Los melasmas suelen ser manchas en la cara que forman paños en mejillas, en la frente o en el labio superior. Se deben a alteraciones o cambios hormonales que pueden darse durante el embarazo, la menopausia y por tratamientos anticonceptivos orales. Es por ello que las mujeres tienen mayor tendencia a presentar melasmas. Por regla general, este tipo de trastorno cutáneo aparece o empeora al exponernos al sol.
Lunares o nevus
Los lunares, también conocidos como nevus melanocíticos, normalmente tienen componente genético y se tienen de nacimiento. En caso de que aparezcan lunares nuevos, si cambian de tamaño, color, o si provocan picor intenso o dolor, hay que consultar al médico.
Léntigos solares
Otro de los tipos de manchas solares son los léntigos en la piel. Se trata de máculas con bordes regulares que brotan por una exposición solar intensa o larga en el tiempo. Se conocen como manchas de la edad y son marrones, presentando tonos oscuros y claros.
Pigmentación postinflamatoria
La pigmentación postinflamatoria aparece siempre junto a una inflamación de la piel como el acné, irritaciones o alergias. Son pequeñas manchas que solo se producen tras exponer la piel al sol.
Micosis o pitiriasis versicolor
La micosis se produce lo que se conoce como el «hongo de la playa». No obstante, a diferencia de lo que se tiende a pensar, este hongo no se contagia en los arenales. Lo cierto es que surge por un desequilibrio entre las colonias de los hongos que normalmente tenemos en nuestra piel.
Cómo prevenir las manchas del sol en la piel.
El protector solar debe usarse durante todo el año ya que incluso en los días nublados podemos sufrir los efectos del sol en nuestra piel. Si buscas evitar la aparición de manchas solares te recomendamos aplicar fotoprotección del 50% todos los días, incluso si esta nublado y cada 3 horas los veranos en los que la exposición al sol se incrementa.
Usa sombrero y gafas
Además del uso de protección solar, será recomendable utilizar otro tipo de protección como son las gafas de sol y los sombreros para asegurar la correcta protección de la piel a los rayos ultravioleta.
El sombrero ayudará a que los rayos no impacten de forma directa en el cuero cabelludo, resultando un gran aliado sobre todo en los días con gran sol y calor.
Incrementa el uso de Vitamina C.
La Vitamina C es un nutriente que se puede encontrar en múltiples alimentos y cosméticos. Tiene una función antioxidante que ayuda a proteger las células contra los daños causados por los radicales libres .
Mantén la piel hidratada.
La hidratación en la piel no previene las manchas solares por sí sola, pero es un remedio que ayuda. Una buena hidratación ayuda a que la piel se vuelva más resistente y que su barrera protectora se fortalezca para protegernos de los agentes externos como el clima o la contaminación.
Utiliza maquillaje con protección solar.
Mantén una alimentación equilibrada.
La alimentación es uno de los pilares fundamentales de nuestra salud, el consumo de ciertos alimentos tiene un impacto en nuestro organismo que nos podrá ayudar a sentirnos mejor por dentro y por fuera.
Cuida tu piel con una buena rutina facial.
Cuidar de tu piel es siempre el primer paso para prevenir problemas como la aparición de manchas, sequedad, arrugas… La piel tiene memoria y es nuestro deber darle lo que necesita para mantenerse sana en todo momento.