Reflexogía podal, ¿Qué es?
Bienvenidos a un mundo donde nuestros pies se convierten en mapas mágicos de bienestar. La reflexología podal es mucho más que un simple masaje en los pies: es una práctica que conecta nuestras extremidades inferiores con nuestro bienestar general. En este artículo, exploraremos los misterios de la reflexología podal y los sorprendentes beneficios que puede aportar a nuestras vidas.
Gracias a esta técnica se pueden combatir el estrés y la ansiedad, fortalecer el sistema inmunológico, eliminar toxinas, exceso de grasas, azúcares, etc.
Beneficios de la Reflexología Podal
Este método milenario, permite trabajar sobre el pie para proporcionar una buena salud, ya que gracias a la estimulación de ciertas zonas se pueden obtener efectos positivos en distintos órganos del cuerpo. Algunos de los beneficios generales que podemos conseguir con la reflexología podal son:
Los pies son una zona que frecuentemente olvidamos y maltratamos, por lo que los masajes producen relajación en la zona.
- Alivio del estrés. El masaje ayuda a liberarnos de las tensiones, aflojar las contracturas y ansiedades que se generan con el ajetreo del día a día.
- Se produce una activación de la circulación sanguínea en el cuerpo.
- Junto con la activación de la circulación se activa el sistema inmunológico.
- La apertura de las vías neuronales y circulatorias hacen más efectivos los mecanismos de eliminación y desecho de toxinas de las células.
- El cuerpo, al liberarse de las toxinas, puede encontrar un equilibrio.
¿Por qué la reflexología podal debe hacerla un profesional?
La razón es que para tratar distintas dolencias a través de la reflexología es necesario contar con una serie de conocimientos que se adquieren mediante la formación que recibe un profesional.
Además el experto es el que conoce el procedimiento que se debe seguir para realizar la reflexología, haciendo en primer lugar una serie de preguntas para saber cuál es el motivo por el que el paciente acude a consulta.
A continuación realizará una ficha personal al paciente con sus datos, una anamnesis y después una exploración física, para conseguir más información sobre el tratamiento que se debe realizar.
Como se puede observar, es necesario tener una preparación incluso para dar con el tratamiento que se debe seguir en cada caso. Tras lo cual el profesional dará comienzo al mismo, prolongándolo durante el tiempo necesario.
¿En qué consiste una sesión de reflexología?
Consta de los siguientes pasos:
Una palpación de todo el pie para facilitar la circulación energética.
Manipulaciones y movilizaciones para promover la circulación de energía obstruida, descargar la tensión acumulada en los pies por el peso de nuestro cuerpo, movilizar el sistema linfático, activar la circulación sanguínea y preparar los pies para la sesión de reflexología.
Realización de una inspección en detalle de todo el pie en busca de los puntos dolorosos, sensibles, desequilibrados, que presenten un exceso de toxinas o de energía residual y trabajar sobre ellos. Esto nos permitirá evaluar el estado general y decidir el mejor protocolo a seguir, la intensidad, frecuencia y duración en función de la sintomatología.
Se cierra la sesión con un ligero masaje relajante para integrar el trabajo realizado.
Cómo cada persona reacciona de forma diferente y no hay reglas fijas, se pueden ir aportando modificaciones en el protocolo de la sesión según las necesidades y la evolución de los síntomas.
El masaje se realiza utilizando aceites naturales 100% y aceites esenciales para el apoyo y la potenciación del tratamiento.