El cuidado de la piel es esencial para mantener un aspecto saludable y juvenil. Actualmente, con tantos productos y tratamientos disponibles en el mercado, puede ser difícil determinar qué es lo mejor para tu piel.
Una adecuada limpieza facial diaria es fundamental para mantener la salud de nuestra piel. Eliminar impurezas y residuos no solo previene problemas cutáneos como el acné y las irritaciones, sino que también mejora la eficacia de los productos de cuidado posterior, permitiendo que penetren mejor y actúen más eficazmente.
Además, una piel limpia refleja mejor la luz, dando como resultado un aspecto más brillante y rejuvenecido. Por lo tanto, invertir tiempo en una buena rutina de limpieza es esencial para proteger y embellecer nuestra piel a largo plazo.
¿Qué producto es mejor para mí a la hora de limpiar la piel?
Pues como todo, depende. Depende de tu tipo de piel y de tus hábitos. Para las ‘beauty addicts’, la limpieza facial es un ritual pero quizás tú necesitas un método rápido y eficaz. Hay un método perfecto para cada rostro porque lo más importante de un limpiador (sea cual sea) es que lo uses.
Aceites
Los aceites limpiadores suelen ser muy potentes a la hora de retirar el maquillaje y las impurezas de la piel. Las japonesas llevan cientos de años limpiando su rostro con aceites como primer paso (y eso nos convence).
¿Para qué tipo de pieles? Para todo tipo de pieles y sí, también las que tienen acné que sufren los efectos resecantes de productos muy agresivos.
¿Cómo se aplica un aceite limpiador? Es muy fácil; sobre la piel seca, simplemente masajea una pequeña cantidad de aceite sobre todo el rostro, cuello y alrededor de los ojos. Con una dosis del envase suele ser más que suficiente, pero experimenta porque cada piel es un mundo y no existe una norma general e inamovible. Escucha tu piel, ella es la más sabia, solo con la constancia y el autoconocimiento conseguirás encontrar la cantidad exacta necesaria.
Deja reposar el aceite durante al menos 30 segundos para que pueda actuar y “descomponer”/”disolver” las impurezas. Luego humedece un paño/muselina con agua tibia y comienza a limpiar masajeando hasta retirarlo por completo.
La importancia de la exfoliación
La exfoliación es un proceso que ayuda a eliminar las células muertas de la piel, que pueden darle a tu rostro un aspecto apagado. Este proceso no solo ayuda a renovar la piel, sino que también estimula la circulación sanguínea, mejora la absorción de productos de cuidado de la piel y da como resultado una apariencia más brillante y uniforme.
Cómo exfoliar la piel
- Limpiar la piel como de costumbre.
- Aplica el exfoliante en la cara, evitando el contorno de ojos.
- Realiza movimientos circulares suaves para masajear el producto.
- Enjuaga con agua tibia y seca con una toalla.